–        Técnicas de Osteopatía estructural.  Aquellas que inciden directamente sobre las diferentes estructuras del aparato locomotor (músculos, tendones, ligamentos, articulaciones, huesos).

–        Técnicas de Osteopatía visceral. Aquellas que inciden sobre órganos internos (aparato digestivo, sistema respiratorio, esfera ginecológica, riñones y vías urinarias, sistema cardiocirculatorio, sistema nervioso). En ocasiones personas con problemas en la esfera visceral acuden directamente al trabajo de osteopatía, un ejemplo es el trabajo con bebés que presentan cólico del lactante o reflujo, pero en mi experiencia lo más frecuente es que la persona acude por un síntoma en aparato locomotor y a la exploración se descubre que el origen está en el sistema visceral que provoca un dolor referido. Un ejemplo de ello sería el caso de lumbalgias relacionadas con alteraciones en riñones y vías urinarias, dolores dorsales relacionados con alteraciones en aparato digestivo, problemas en rodillas relacionados con alteraciones en esfera genitourinaria. En estos casos suelen sumarse a la sesión técnicas estructurales, pero también viscerales…si nos limitamos al trabajo estructural en casos así puede haber un ligero alivio, pero transitorio, en breve el problema vuelve porque es preciso tener en cuenta implicación visceral para la resolución del problema.     

–        Técnicas de osteopatía craneal. Inciden sobre las diferentes estructuras craneales (piel, musculatura, huesos y suturas). Este trabajo es valiosísimo y característico de la Osteopatía. Puede ser utilizado en casos en los que claramente hay una alteración de estas estructuras, por ejemplo, secuelas de fractura craneal o deformaciones craneales en bebés, pero no debemos olvidar que el cráneo contiene el ordenador central que rige el funcionamiento de nuestro cuerpo, el cerebro. El cerebro está envuelto por meninges que más allá del cráneo se extienden por todo el canal medular. Desde el cerebro emergen directamente nervios, los pares craneales. A través de meninges, de nervios y médula la esfera craneal se relaciona y repercute a distancia de modo claro, si esto sucede generando un problema serán precisas técnicas de Osteopatía craneal para llegar a la resolución del mismo. Un ejemplo sería, caídas con traumatismo y dolor en zona posterior de la pelvis. En estos casos el impacto del traumatismo puede repercutir en las envolturas meníngeas y transmitirse de modo ascendente hasta el cráneo pudiendo establecerse un bloqueo a ese nivel. Además del trabajo estructural en la zona pélvica habrá de liberarse a la esfera craneal para la resolución del proceso.