La playa de Villarrube se encuentra pasando Valdoviño, camino de Cedeira. Tiuanki llegó a ella en julio de 2018, guiada, una mañana sin saber allí llegué. Sentí como entrar en una Catedral de la Naturaleza y en agosto de ese mismo año estaba haciendo un encuentro chamánico en esa playa. La energía del lugar, la Tierra, el espíritu del Tigre, el Sol poniéndose, la Luna llena saliendo, las personas, los tambores….confluimos.
El 17 de marzo de este año, en los primeros confusos días del confinamiento, sentí volver a Villarrube. Desperté muy temprano y a las 9h estaba en la arena después de un breve encuentro con la guardia civil.
Como humana me sentí pequeña y avergonzada frente al Todo, a la vez me sentía observada por un millón de ojos humanos juzgándome, condenándome, me envolvió el miedo…..dibujé en la arena una estrella de 5 puntas. Cada una representaba a la Tierra, los animales, las plantas, el aire y el agua. Les hablé, los escuché. Solo encontré Amor, sabiduría, ningún reproche. De algún modo en el retorno a casa esos elementos y el Sol vinieron conmigo estando presentes y acompañándome en este tiempo extraño. De nuevo algo se inició allí , continuó con un trabajo que realicé en abril, el Círculo Solar, se completará en junio con la Estrella de Villarrube que espero pueda hacerse el sábado 13 de junio sobre la arena…..de nuevo sobrevuela la sombra de lo humano, intentando frenar la Libertad, mascarillas, control de acceso a las playas, el juicio humano….pero, como dijeron y mostraron las plantas aquel 17 de marzo “crecemos de modo constante hacia la Luz, tú igual, lo humano no puede parar tu crecimiento”.
Formamos parte de algo mayor, en ello confío, que el movimiento existencial guíe los pasos de Tiuanki y sus hermanos para tomar fuerza juntos y seguir…..eternamente.
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