CERCA DEL PESO LA LIBERACIÓN
Creo que la Existencia nos trae Todo, junto al veneno…el antídoto, junto a la presión la expansión, junto al dolor el alivio. Eso pienso yo.
Después de estos intensos meses de confinamiento, de intensos procesos personales y globales mi sentir fue viajar al Sur de Galicia. Encontrarme con amigos, con la Tierra, recargarme para seguir, ese era mi sentir.
Al margen de nosotros la Existencia obra por su cuenta, se encargó de una tarde/noche de San Juan llena de Naturaleza, llena de mi misma, de mis tambores. Fue como si soy una lechuga mustia y me riegan, me sentí sumergir en Vida, una recarga para lo que venía. Y lo que venía llegó al día siguiente. Mis amigos, David y Mary, se guiaron por su sentir, me llevaron de excursión por la costa Sur de nuestra Tierra. Sin saberlo iban pasando justo por sitios en los que yo había estado despertándose recuerdos y dolor vivo. Ya no era una lechuga…más bien un instrumento al que estaban tensando. Ahí, donde emergía el dolor, me abrí y estaba el antídoto….estaba Mary García, ser humano excepcional y compañera terapeuta que a la par que brotaba en mi el proceso se activó uniéndose a mi y a la Naturaleza que nos rodeaba. Ella y los lugares me sostuvieron para drenar, para sacar los cuchillos que clava la Vida, después Paz, alivio, recogimiento y de nuevo brillo en la mirada.
El viaje siguió “has recibido….ahora da”. Fui a parar a Baiona, a las ruinas de un fuerte militar en la Montaña. Que puedo decir, creo que igual que nuestro cuerpo físico registra nuestra Existencia como un libro nuestra casa Tierra también lo hace y hay lugares que son heridas. Ese lugar, visitado por los turistas, está lleno de peso, de pena, de densidad. Sentí coger uno de mis tambores y me coloqué en una zona elevada orientada hacia ese espacio como si el lugar fuese uno de mis clientes. Aquel lugar pareciendo vacío estaba lleno de lo que en otro tiempo allí se dio….y bonito no fue. Estuve un buen rato así, después sentí girar al lado opuesto, el Mar se abría inmenso, la brisa nos alcanzaba, me sentí puente entre lo denso y lo libre. Mis ojos podían ver esas dos caras de la moneda.
Creo que ver las dos caras de la moneda es lo único que hace que podamos cogerla en nuestras manos y girarla sobre su canto para borrar la dualidad y ver la esfera perfecta del TODO del que formamos parte….tan perfecto que incluso trajo al fotógrafo adecuado a aquellas piedras para no solo contar sino también mostrar lo no visible que nos mueve.
Viaje perfecto, estás cansada…la Vida trae fuerza, sufres….trae alivio, recibiste….ahora Da.
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