LA FUERZA DE LOS SUEÑOS
Llevo un tiempo queriendo escribir sobre esto, sobre los sueños….pero con “sueños”no me refiero a algo mental, me refiero a los impulsos que cada uno siente en su interior desde hace mucho, quizá desde niño, quizá desde antes de nacer.
Esos sueños que se dibujan en nuestro interior no suelen atender a la lógica pero están llenos de fuerza. Se materialicen o no guían nuestros pasos y nos sostienen. El año pasado tuve la suerte de presenciar un trabajo de mi maestro Daan Van Kampenhout. Una mujer explicó que en su sistema familiar muchos ancestros habían tenido destinos difíciles, trabajos muy duros, muchas dificultades. Realmente ella parecía querer hacer un trabajo para honrarlos, transmitirles su mirada, su apoyo, fuerza y reconocimiento. Al desplegar el trabajo con representantes para esos ancestros nos sorprendimos, todos los representantes sentían muchísima fuerza y bienestar. En el desarrollo se pudo ver como la fuente de esa fuerza eran sus sueños, sus ilusiones, eran seres humanos con vidas difíciles pero grandes sueños. Esto los sostuvo para poder caminar su destino. Observar esto fue un regalo y una lección para todo el grupo.
En este tiempo extraño en el que la Vida nos aprieta a nivel personal y global esto vuelve a mi pensamiento. Como un eco escucho “sigue, no dejes tus sueños”. A momentos he sentido como si me los roban, como si desaparecen y se me impone una cruda realidad. Sentir esto me resulta arrasador, toda mi energía cae, mi estado físico y anímico lo hacen en la misma medida.
Afortunadamente esto no es real y si me paro siguen ahí. Sueños fuertes, llenos de Vida, imparables, como agua del río fluyendo entre piedras, recodos, canales. Todos estos obstáculos existen pero no paran al agua que siempre llega al Mar.
La gran dificultad es integrar esa realidad interna con el plano físico, con la realidad visible que nos rodea. De algún modo me siento dando pasos físicos que guía una Luz interna. Como expresó un superviviente del accidente aéreo que en 1972 se produjo en los Andes “primero hicimos lo necesario, después hicimos lo que podíamos y finalmente hicimos lo imposible”.
Con todo ello me veo a mi misma, con los pies firmes en la Tierra y abrazando con fuerza mis sueños. Quizá no se materializan, como le pasó a aquellos ancestros…quizá si lo hacen, como le sucedió al superviviente que consiguió lo imposible. Pero siempre son fuente de fuerza irrenunciable que habita nuestro interior. Es un buen momento para recordarlo.
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