En Noviembre de 1998 Eva abrió su consulta de Osteopatía con toda la ilusión y el miedo del Mundo. Una aventura compartida con muchísimas personas a lo largo del tiempo que me fue alimentando, transformando y dando paso a un Camino de integración. La mirada al cuerpo físico, a su sufrimiento….no es completa si no miramos el interior de la persona. La Osteopatía trajo al Reiki, a las Constelaciones, al Chamanismo, la Meditación….La mirada se fue haciendo más completa.
La Vida gobierna siempre y en el año 2019 se produjo para mi una caída tremenda de las sesiones de Osteopatía. En enero de este año a la vista de la situación me rendí a la Vida “si el trabajo que llega a mi es chamánico, son Constelaciones, me entrego a ello”. Una mañana fui a Seixo Branco con un compañero y nuestros tambores, allí sentí las raices del Mar, me despedí de la Osteopatía, la entregué a esa Inmensidad que representa el Mar para que ella dibujase libremente mi Camino, mi trabajo…y lo hizo.
Se inició la idea de crear esta web, darle forma para mostrarme y mostrar lo que hago con absoluta transparencia. Se sumó el confinamiento que paró el Mundo físico pero impulsó muchísimo mi trabajo en el plano energético. En ese plano no había parada, no había separación. Muchísimas personas se sumaron a los trabajos no presenciales que iban naciendo, traían fuerza y sostén para la situación que todos vivíamos. Y en mayo comenzamos la salida al Mundo físico de nuevo. A finales de ese mes una noche desperté muy inquieta, me paré, me sentí y ahí estaba de nuevo con claridad “la Osteopatía también debe estar en la Casa de Tiuanki”. Mi querida Noemí que ya tenía prácticamente terminada la web de lacasadetiuanki la incorporó. Sentí Paz y a la vez cierto desconcierto.
El tiempo va transcurriendo y voy comprendiendo. En este retorno a la relativa normalidad el plano físico es absolutamente arrollador para todos, nos pasa por encima como un rodillo y en busca de algo de serenidad nuestro Ser solo consigue pararnos si afecta nuestro cuerpo físico. Esto es así, ante el arrastre del Mundo físico solo nos paramos si nos duele algo, si nos afecta la enfermedad y lo está haciendo. El cansancio, la ansiedad, el dolor asaltan en este tiempo a muchísimas personas.
En la actualidad el trabajo que llega a mi es poco, el miedo a acudir a una consulta es grande, pero el que llega mayoritariamente es para mis manos de osteópata. Algunas personas vienen porque me conocen desde hace mucho y confían, otras me encuentran por primera vez en su búsqueda de bienestar, todos desbordados por la tremenda intensidad del momento y de lo que acontece en sus vidas, en la mía, nos unimos en las sesiones de Osteopatía, resultando sanador ese contacto tan condenado en este momento, convirtiéndose pieza clave de Paz y alivio.
¿Qué puedo decir? La Osteopatía es una Terapia Manual con Consciencia que renace para mi integrada como una parte más de lo que soy, de lo que hago. En Seixo branco le dije adiós, ahora le doy la bienvenida en este renacer libre al servicio de lo que la Vida trae. Más de una vez hablé de mis manos como si tuviesen vida propia y se moviesen diestras y eficaces en el plano físico. Ellas están alegres, agradecidas, dispuestas.
Todo esto coge a Eva y a Tiuanki de la mano, las une cada vez más. Eva sin Tiuanki, sin la chamana, sin sentir lo sutil y volar en los sueños del Alma….no sería Eva, no tendría sentido la Vida. Tiuanki sin Eva, sin la humana que la pone en el Mundo, que la conecta y comparte con tantas personas maravillosas…sin Eva Tiuanki se desvanecería.
Rendirnos a lo que la Vida trae y caminarlo aunque en apariencia parezca que damos vueltas, que vamos, que venimos, pueda ser en realidad la línea recta para llegar a nosotros.
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