LAS MANOS DEL CHAMÁN
CUENTOS DE MAMA PACHESI…..
Tiuanki tenía en gran estima sus manos, las amaba y respetaba como a otro ser vivo. Con admiración observaba su fluir al trabajar y disfrutaba de ello.
Un día llegó a la Montaña un hombre y Tiuanki trabajó. Aquel día agradeció profundamente la unión con sus manos y recordó historias narradas por Mama Pachesi al calor de la hoguera.
Pachesi le había hablado de como los chamanes, en sus viajes a través del tiempo, a veces se enfrentaban a un gran dolor….el intento por parte de otros de arrebatar su Naturaleza. Con las enseñanzas de Pachesi y la Montaña Tiuanki había aprendido que no era nada, que solo era un Ser al servicio del movimiento existencial que gobierna la Vida. Pachesi le habló de como algunos eran diestros en el trabajo energético pero pretendían usarlo en su beneficio, bajo el gobierno de sus mentes, en un intento vano de escapar a la Existencia que Pachesi afirmaba…”siempre tiene la última palabra”.
Aquella noche Tiuanki lo comprobó. El hombre buscaba ayuda y al trabajar Tiuanki miró. Estaba vivo físicamente pero parecía inerte, durante un buen rato el trabajo era insuflar Vida. Tiuanki recorrió diferentes zonas de este modo y cuando llego a las manos…sintió una gran pena, estaban las manos físicas pero no estaban. Sintió como en otra existencia fueron amputadas en ese intento vano de arrebatar la naturaleza a aquel hombre que era un compañero. A esa sensación siguió el alivio de sentirlas llegar, de unirse con lo que era aquel Ser…como decía Pachesi “la Existencia colocando en su lugar lo que no es arrebatable”.
Tiuanki con frecuencia ayudaba a los hombres y viajaba en busca de partes del alma, desprendidas en momentos difíciles. En esta ocasión fue simple testigo de como la propia Alma viaja y busca la completud….sin que nada ni nadie la puedan frenar.
Sintió gratitud y alivio mirando la Inmensidad a la que se entrega cada día. Con sus mejores deseos se despidió del Eterno Caminante.
No Comment